Postergar el parto más allá de la semana 39 de embarazo en las mujeres primerizas estaría asociado con un aumento del riesgo de complicaciones maternas.
Así surge de un análisis secundario de los datos de un estudio sobre la oximetría del pulso fetal en mujeres sin partos previos y con trabajo de parto espontáneo o inducido a la semana 36 de gestación o más. Se considera habitualmente que el plazo normal de un embarazo es de 40 semanas.
En American Journal of Obstetrics and Gynecology, el equipo del doctor Alan Thevenet N. Tita, de la University of Alabama, en Birmingham, explica que a medida que la edad gestacional aumentaba de la semana 39 a la 41 o más, también lo hacía significativamente el riesgo de que surgiera más de una complicación materna, como atonía uterina, transfusión sanguínea o infección en el periparto.
Los investigadores aseguran que “el riesgo de morbilidad materna y parto por cesárea, pero no de morbilidad neonatal, aumentaron significativamente a partir de la semana 39 de gestación”. Y dicen que “los resultados maternos y perinatales mejorarían si se considera el parto inmediatamente después de la semana 39 de gestación”.
Sin embargo, sostienen que no debería modificarse la práctica sólo por este u otros estudios observacionales, “teniendo en cuenta sus limitaciones”. Este, como otros resultados, “demuestran la necesidad de realizar un estudio clínico aleatorizado del enfoque del parto electivo al cumplirse la semana 39 (de gestación) versus el enfoque tradicional del manejo expectante hasta completar la semana 41″.
“Ese estudio es importante debido al aumento de las inducciones del parto en Estados Unidos y la disminución del 48 por ciento en 1990 al 33 por ciento en el 2007 de las mujeres que dan a luz a partir de la semana 40″.
Fuente: Reuters
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