miércoles, 30 de noviembre de 2011

Técnicas para combatir la flacidez

La flacidez se debe a la pérdida de firmeza en la piel por motivos del paso del tiempo, donde la dermis pierde la capacidad para regenerarse. Pero esto no es exclusivo de la edad madura, sino también de ciertos factores que aceleran la relajación de los tejidos como: el embarazo, el sedentarismo y los cambios bruscos de peso, entre otros.

Los tratamientos más recomendables y de última generación para tratar los problemas de flacidez son la tecnología Láser Nir® combinada con el tratamiento de plasma rico en plaquetas.

La primera actúa a través del calentamiento gradual de la piel, principalmente sobre las fibras existentes de colágeno, fortaleciéndolas y produciéndose en la piel un efecto llamado colagenogénesis (formación de nuevo colágeno), también aumenta la producción de elastina logrando un efecto de planchado, firmeza y contracción de la piel. Las sesiones se realizan cada 21 días y se recomiendan entre 4 y 6 sesiones.

El plasma rico en plaquetas es considerado de elección para combinar con el Láser Nir®, debido al potente efecto regenerador celular que se obtiene a través de la bioestimulación, basado en la aplicación intradérmica de un complejo derivado del plasma del propio paciente con la adición de sustancias específicas que actúan en contra del proceso de oxidación celular.

Ambos tratamientos tienen la capacidad de estimular los fibroblastos encargados de fabricar colágeno y elastina, los dos máximos responsables de la turgencia y el tensado de la piel. Las sesiones de plasma rico en plaquetas se realizan cada tres meses y se recomiendan de 2 a 3 sesiones por año.


Con respecto a las adiposidades localizadas, existen varios tratamientos para abordar el problema, pero sólo dos de ellos son los considerados como los más novedosos métodos de lipodisolución:

Uno es la fosfatidilcolina ultrasónica, que consiste en una técnica de infiltración subcutánea de la sustancia que es inyectada directamente en el tejido graso, produciendo orificios en la membrana celular del adiposito con la consecuente destrucción del tejido graso. Las sesiones se realizan una vez por semana y se recomiendan de 8 a 10 sesiones.

El otro tratamiento para adiposidad localizada es la hidrolipoclasia ultrasónica, que consiste en infiltrar solución fisiológica en la zona que se desea reducir, produciendo una inestabilidad en la membrana del adiposito y el estallido del mismo (apoptosis). Se reducen de 2 a 5 centímetros en cada sesión. Las sesiones se realizan una vez por semana.

Ambos tratamientos son llamados ultrasónicos porque se combinan con una tecnología conocida como lipoescultura sin cirugía, denominada ultracavitación, este tratamiento se puede realizar combinado o solo.

La ultracavitacion consiste en la aplicación médica de ultrasonido de alta potencia, provocando el estallido de la célula adiposa, volviendo la grasa que se encontraba dentro de la célula (adiposito) al estado líquido. Las sesiones se realizan dos veces por semana y se recomiendan de 8 a 16 sesiones.

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