miércoles, 8 de septiembre de 2010

Elegir el gimnasio y la mejor rutina

Si bien es harto conocido el consejo que reza que la actividad física debe ser constante durante todo el año, muchos son los que se toman un receso invernal y retoman cuando las temperaturas “recuerdan” que la primavera está cerca.

“El gimnasio debe ser para nosotros un lugar cómodo, gratificante y que nos motive a continuar asistiendo para no dejar el entrenamiento”, destacó el personal trainer profesional Fede Delpiano, para quien si la elección del centro de fitness es adecuada “será fácil ejercitar con regularidad, sin aburrirse ni sufrir cada vez que se asiste”.

En ese sentido, remarcó: “Para que tomemos la decisión acertada, siempre es conveniente tener varios aspectos en cuenta que nos permitan comprobar si el gimnasio se adapta o no a nuestros deseos y objetivos por lograr”.

Básicamente, antes de elegir un gimnasio deben seguirse los siguientes consejos:

* Determinar nuestro objetivo para elegir en función de éste el gimnasio y los requerimientos del mismo.

* Evaluar la capacidad de gente del gimnasio y la concurrencia al mismo, ya que no será cómodo para nosotros tener que llegar muy temprano para encontrar lugar o arribar tarde al mismo y no tener ni siquiera equipamiento para entrenar.

* Observar las máquinas cardiovasculares del gimnasio, ya que son las que cubrirán nuestra actividad en muchas ocasiones y más aún, si lo que queremos es mejorar la resistencia y quemar calorías.

* Observar las máquinas en sala de musculación, porque siempre debemos trabajar nuestros músculos y si no hay variedad ni suficiente equipamiento, será difícil lograr un trabajo eficiente.

* Detenernos en los recursos humanos del lugar, ya que un profesor de spinning no nos será útil si queremos muscular, y si no encontramos siempre un profesor cerca, tampoco será adecuado si necesitamos asesoramiento personalizado.

* Evaluar los horarios del gimnasio y las actividades que se desarrollan, porque esto determinará nuestro entrenamiento a futuro.

* Evaluar la cercanía del gimnasio, de manera de asegurarnos poder ir aunque nos queden pocos minutos para cambiarnos y trasladarnos al mismo.

* Evaluar la relación precio- calidad del servicio que se ofrece en el gimnasio, considerando para esto todo lo antes dicho e incluso, las instalaciones, es decir, baños, duchas y demás.

“Si antes de elegir tenemos en cuenta todo esto, la decisión que tomemos será más acertada y nuestro entrenamiento podrá llevarse a cabo más fácilmente, con regularidad y sin sacrificios”, finalizó.

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