Suele ocurrir que a la hora de ir al gimnasio pocos tienen en cuenta que la cara está compuesta también por músculos que la moldean y que -al igual que sucede con los glúteos o los abdominales- a medida que el tiempo pasa éstos pierden tonicidad y elasticidad y ahí es cuando aparecen arrugas, papada y flacidez cutánea, entre otros males del paso del tiempo.
Pese a que en la Argentina recién se la empieza a conocer, la disciplina es todo un éxito en los Estados Unidos, donde se toman clases exclusivas.
El instructor de yoga Sebastián Cuenca definió al yoga facial como una actividad que "reúne conceptos básicos del yoga tradicional (control de respiración, meditación) con técnicas de movimientos gestuales más automasaje con el fin de promover la tonicidad muscular y mejorar la flacidez".
Consultado acerca de si la técnica está indicada a quienes ya cuentan en su haber con "líneas de expresión" o puede usarse a modo de prevención, destacó que "como toda terapia alternativa de raíz oriental es para prevenir más que tratar" y agregó que si bien realizar el tratamiento una vez que las arrugas ya aparecieron es efectivo "es mejor tratar el músculo en su momento de esplendor que cuando está flácido".
Siguiendo esa línea de pensamiento es que Cuenca destacó que "sería mejor evitar las cirugías".
"Lo que tratamos es que los gestos, el rostro y el cuerpo sean lo más natural posible, y cuando uno se expone a cirugías gana en tiempo, pero pierde en naturalidad", remarcó el instructor, quien destacó que los beneficios de la práctica se resumen en "mejorar la tonicidad, lograr una piel sana y oxigenada pero sin perder la naturalidad gestual".
Acerca de la periodicidad con que el yoga facial se debe practicar, Cuenca explicó que a pesar de que en los EEUU (donde la práctica es un "boom") hay clases independientes, "es más conveniente que la clase sea larga e incluya la modalidad facial".
"La idea es tener en cuenta que por sobre el cuello hay músculos, por lo que lo ideal sería que la clase complemente trabajo físico más el apropiado para la musculatura de la cara", subrayó el instructor.
Según Cuenca, "con hasta tres o cuatro técnicas de 'facial' en la disciplina que la persona usa es suficiente". A lo que se le puede agregar, si el fin es correctivo (léase, la persona ya tiene líneas de expresión para corregir), repetir los ejercicios en la casa cuatro veces a la semana, durante 15 minutos, en tanto si se lo toma como preventivo, dos veces a la semana estará bien.
"Lo bueno es que la persona aprenda una batería de ejercicios para repetir en la casa, siempre con el precepto de que el yoga tiene que ser un placer, en el momento que se hace por obligación, pierde sus efectos", dijo el instructor.
Para Cuenca, lo más importante no tiene que ver con los gestos sino con la respiración: "Cuanto mejor se respira, más oxígeno ingresa al cuerpo, mejor es el proceso de purificación de la sangre y cuanto mejor calidad tenga la sangre, mejor va a estar la piel".
Así es que el éxito del yoga facial depende de un trabajo conjunto entre lo gestual, la respiración (para complementar) y la meditación.
"La persona que tiene luz por dentro se nota en la piel", aseveró el instructor, para quien, "la cara es un punto vital a trabajar, dado que en su aspecto influyen los factores internos (enojo, tristeza, estrés) y los externos (radiación solar, polución, etc.)".
Algunos ejercicios básicos
Así como en el gimnasio el esfuerzo se realiza con la ayuda de mancuernas o barras, en el yoga facial, la "fuerza" la aportarán las manos.
* Ejercicio 1: Poner el dedo índice a lo largo por sobre la ceja. Mientras empuja para abajo con el dedo, con la ceja lo hará para arriba. Este ejercicio es para borrar las arrugas de la frente (los músculos frontales corren en dirección vertical y cuando ellos se debilitan "caen" sobre las cejas haciendo que ellas caigan sobre los parpados dando uno de los primeros signos de envejecimiento).
* Ejercicio 2: Colocar los labios "en forma de trompa", como para dar un beso y tapar la boca con la mano. Presionar con los labios hacia adelante y con la mano hacia atrás.
* Ejercicio 3: Emular un gesto "oriental" estirando los extremos de los ojos y hacer fuerza para cerrar los ojos. Lo que aquí se trabaja es todo el músculo de alrededor de los ojos, ejercicio muy útil hace para mejorar el aspecto de las odiadas patas de gallo.
Los resultados no tardarán en llegar. Según Cuenca, con ejercicios avanzados, "las líneas de la frente el primer día se notan más estiradas".
Al parecer, tal como ocurre con el resto del cuerpo, cuando se lo trabaja, "el músculo acusa recibo". Seguramente después volverá a su estado anterior, "pero con memoria", con lo cual, con un trabajo periódico "se logran resultados rápidos y de una manera mucho más sana que con una cirugía".
"Una piel muy maltratada por los daños del sol, el cigarrillo, en dos meses de ejercicio nota resultados", aseguró.
Yoga facial: cómo verse joven
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