Saúl Shiffman, profesor de investigación en psicología y farmacología de la Universidad de Pittsburg y autor de más de 300 trabajos sobre tabaquismo, participó en la Argentina del simposio internacional Últimos avances del rol de la nicotina terapéutica en el control del tabaquismo, en el marco de la segunda edición del Curso Superior de Tabacología que organiza el Hospital Universitario Austral.
En su disertación, definió el tabaquismo como una enfermedad "pediátrica", debido a que los adictos se inician entre los 13 y los 14 años.
Pero antes de comenzar la conferencia, Shiffman ofreció una entrevista, en la que destacó la eficacia de ciertos métodos para dejar de fumar, como la nicotina terapéutica.
"La motivación sola no alcanza: el 95% de los esfuerzos falla si carecen de asistencia terapéutica", sostuvo. En ese sentido, remarcó que "en el tabaco la dependencia es mayor que la generada por otras drogas como la heroína, la cocaína o el alcohol, debido a la rapidez con la cual la nicotina llega al cerebro (11 segundos). Cuanto más rápido llegue, mayor serán el efecto y la adicción".
Para Shiffman, uno de los mitos más extendidos es el que afirma que es posible dejar de fumar rápidamente, "cuando en realidad sabemos que es un largo proceso en el cual hay que trabajar mucho sobre el comportamiento", explicó.
Es por ello que, de acuerdo a su experiencia, la nicotina terapéutica es el mejor camino para abandonar el hábito. "Mientras que muchos piensan que es peligrosa, lo cierto es que es sumamente necesaria porque reduce la necesidad de fumar y el síndrome de abstinencia. Mantiene al cerebro ocupado para que no entre en desequilibrio, dándole a la persona la posibilidad de dejar de fumar gradualmente. La nicotina terapéutica es el medicamento más estudiado (hay cerca de 210 estudios) y se comprobó que duplica las chances de éxito de superar la adicción", aseguró.
Pero, para dejar el cigarrillo es importante también el apoyo de la familia, señaló Shiffman. "Diversas investigaciones demostraron que si la familia actúa como policía, es contraproducente", aclaró. También sirve evitar situaciones sociales o lugares donde se fuma mucho.
"El período de mayor riesgo de recaídas suele ser dentro de los primeros tres meses. Si se supera este plazo, el resultado es bueno; si este período es de seis meses, mucho mejor; mientras que si se logra llegar al año, la probabilidad de recaer es mínima", finalizó.
Nicotina terapéutica
jueves, 25 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario