Un nuevo estudio reveló que la llamada Dieta Atlántica del Sur de Europa protegería al corazón, siempre que no se la cumpla con demasiado rigor.
Los habitantes del norte de Portugal y de Galicia, en el noroeste de España, tienen tasas de mortalidad "muy bajas" por enfermedad cardíaca, señaló el equipo de la doctora Andreia Oliveira, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Porto, en Portugal.
De hecho, la mortalidad por problemas cardíacos en esa región es similar a la de Francia, Italia y Grecia, donde la población tiende a seguir una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, aceite de oliva, granos integrales y nueces, y poca cantidad de productos lácteos y carne roja.
La Dieta Atlántica o SEAD, por sus siglas en inglés, consta de una gran cantidad de pescado (especialmente bacalao), carne roja, cerdo, lácteos, legumbres, vegetales, papa y vino con las comidas.
Para conocer si ese patrón alimentario influiría en el bajo riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca en esa región, el equipo estudió a 820 personas que habían tenido un infarto y a 2.196 personas que nunca habían sufrido un episodio cardíaco.
Aquellos cuya dieta más se acercaba a la SEAD tenían un 33 por ciento menos riesgo de sufrir un infarto que aquellos cuya dieta menos se parecía a la SEAD. Cada punto de aumento en una escala de 9 puntos (9 indicaba mayor similitud con la dieta atlántica) estaba asociado con un 10 por ciento menos riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca.
Pero el equipo también halló que la dieta podía dar mejores resultados si los pacientes se desviaban un poco. Cuando calificó la adherencia a la SEAD y restó puntos a quienes comían carne roja, cerdo y papa, detectó que aquellos que mejor cumplían con ese patrón alimentario tenían un 60 por ciento menos riesgo de sufrir un infarto.
"Los beneficios de la SEAD para prevenir la enfermedad coronaria son un poco más bajos que los que aporta la dieta mediterránea. Si se reduce el consumo de papa y de carne roja, los beneficios coronarios de la SEAD podrían ser muy parecidos", dijo Oliveira a Reuters Health.
"Como la dieta mediterránea, la SEAD es muy sabrosa", agregó. "Aún tenemos que aprender sobre los efectos de la SEAD en otras enfermedades, como la obesidad, el ACV y varios cánceres", concluyó.
Fuente: Reuters
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