Que son pocas las madres que tienen la posibilidad de controlar todo lo que ingieren sus hijos durante el día ya no es novedad. La mayoría de ellas trabaja y "descansa" en lo que almuerzan en el comedor del colegio. Otras prefieren preparar viandas para que lleven los menores.
Con el objetivo de saber cómo comen los más chicos y si es posible que su dieta sea equilibrada y acorde a sus necesidades cuando una de las comidas del día la realizan fuera de la casa, Infobae.com consultó a una médica pediatra especialista en nutrición.
La doctora Miriam Tonietti (MN 54.752) integra la planta del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y de la Sociedad Argentina de Nutrición y diferenció la dieta de los pequeños en edad escolar según los niveles de ingreso de la familia. "Los niños de clases más bajas tienen una dieta monótona y en base a hidratos de carbono, casi sin frutas y verduras", aseguró y agregó: "No comen en la casa, gran parte de la alimentación es en el comedor escolar, donde les dan alguna harina, como empanadas o pizza, y no se les ofrece un equilibrado aporte de verduras, así como los postres tampoco son frutas sino flan o gelatina".
Así es que estos niños -según la profesional- hacen una comida con una gran carga de hidratos y de postre budín de pan, que es como repetir el mismo grupo de alimentos. En esa dieta faltan minerales y vitaminas y, pese a que no se nota influencia en el peso, suelen tener déficit de hierro.
"En la vereda de enfrente están los que pueden elegir el menú, que prefieren comidas rápidas, no muy nutritivas", destacó Tonietti, quien agregó que "pese a que tienen la posibilidad de contrarrestar en la comida que hacen en la casa, las frutas y verduras son difíciles de incluir en la familia, salvo en aquellos casos en que las madres tienen concepto de dieta".
"Tienen más acceso a la fruta, pero no es lo más habitual en postres", subrayó Tonietti.
Acerca del para muchos perdido hábito de desayunar, Tonietti opinó que "prácticamente se perdió; los padres se levantan sobre la hora de salir y los niños lo perciben como tortuoso por lo que les ocasiona dolor de panza o descompostura".
Pese a que el desayuno es -según la profesional- una de las comidas primordiales en la regulación del metabolismo de la energía del día, "la urgencia con la que se hacen las cosas a la mañana no genera el hábito".
Consultada acerca de si es posible que los niños ingieran las cantidades diarias de vitaminas, proteínas y hierro cuando el almuerzo es fuera de la casa, la profesional hizo hincapié en que "los momentos de la comida son tiempos de charla familiar; está bueno que se comenten los hechos del día y saber, por ejemplo, qué comieron al mediodía ayudará a programar la comida del día siguiente".
Qué debe incluir un día en la dieta de su hijo
* Dos porciones de lácteos: en el desayuno y la merienda (si el niño está bajo de peso, otra colación láctea).
* La fuente principal de energía la proveen los hidratos de carbono (pan, galletitas, fideos, arroz, polenta).
* Un pedazo de carne del tamaño de la palma de una mano (roja o blanca, ambas aportan proteínas y hierro) una vez al día.
* Pescado (una vez a la semana) ayuda al desarrollo neurológico y de la visión.
* Verduras crudas o cocidas.
* Postre: fruta.
* Para beber: desestimar los jugos y gaseosas y estimular el consumo de agua.
Algunas ideas
La licenciada en Nutrición Vanessa Weisinger (MN 4441) aconsejó que "siempre se deben buscar los ingredientes más atractivos para los chicos, los colores llaman la atención y dan más ganas de comer por lo que lo ideal es incluir en la dieta variedad de vegetales crudos o cocidos".
De postre: frutas, aunque también se les puede dar otras opciones con frecuencia semanal, como gelatinas con frutas, flan, postres, cereales.
"La clave está en la variedad, que la comida no sea monótona, para lo cual hay que darle vida, color, e ingeniárselas para que los chicos vean preparaciones diferentes", remarcó.
Ejemplos de preparaciones
Carne: hamburguesas caseras, colita de cuadril al horno, milanesitas de peceto, cubos de carne salteados con aceite vegetal, niños envueltos.
Pollo: pastel de pollo, bastoncitos de pollo rebozados, pechuga de pollo grillé.
Pescado: bolitas de merluza, filet a la milanesa.
Vegetales: puré, bocaditos (acelga, calabaza, papa, zanahoria), budines y souffles multicolores.
Cómo hacer para que los niños coman sano
jueves, 3 de diciembre de 2009
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